26 nov. 2008

Camila



Cuando estaba en el colegio siempre quise que me llevara una movilidad. Cuando por fin sucedió, yo estaba en cuarto de media así que era mucho más grande que el resto de niños. Esto me daba derecho a ir adelante y cambiar la música, pero yo prefería ir atrás con ellos. Los conocía a todos, ya que era la primera que recogían y la última que dejaban. Nos gustaba poner los pies fuera de las ventanas y saludar a la gente por la calle. A veces les gritábamos "¡Se te cayó!" y señalábamos la vereda vacía tras ellos para luego matarnos de risa porque se sorprendían, se preocupaban, volteaban y quedaban confundidos todo en cuestión de segundos. La más pequeña de todos se llamaba Camila, tenía cuatro años y no podía pronunciar la erre. Me enseñaba siempre lo que dibujaba y jugábamos con los ponies que llevaba. Un día antes de las vacaciones me dijo que quería que fuera a jugar a su casa y me pareció la invitación más tierna. Cuando empezamos clases ya no me hablaba y tiempo después se mudó con su familia a Chile. Tengo muy buenos recuerdos de la movilidad y aún tengo a algunas niñas en el messenger, pero siempre me pregunto qué pasó con Camila.
Posteado por M.

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